15 de abril de 2010

Las cicatrices del alma




"¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".  - Henri Lacordaire


Una pequeña ofensa puede compararse con una herida superficial; ésta sana y se regenera pronto, casi sin dejar rastro. Pero las heridas profundas tardan en sanar; a veces se infectan y generan pus, como el mismo resentimiento nos carcome el alma cuando no perdonamos. Para sanar, la herida tiene que supurar; la piel se regenera y al final queda una cicatriz. Son esas marcas las que nos recuerdan el dolor que sufrimos; lo que aprendimos de ese dolor es lo que nos hace crecer. Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor.

8 comentarios:

  1. En ocasiones cuando ganamos, perdemos, y cuando perdemos ganamos........("Mas alla de los sueños")

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. ¡Hey! yo también estaba viendo esa película hace unos momentos. ¡Qué gusto que me leas! Yo por aquí te seguiré viendo y leyendo.

    ResponderEliminar
  4. Dices: "Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor"... mmm, yo preferiría precisar "es recordar sin rencor", porque es probable que el dolor siga, pero sin consecuencias de confrontación... mm, quizá...
    Por cierto ¿no crees que a veces el aprendizaje a partir del dolor nos hace retroceder, más que crecer?
    Y bueno, ya andas por acá, apenas me estoy acostumbrando a tu ritmo.

    Un excelente y regio día

    YARKO

    ResponderEliminar
  5. Hola Yarko! Gracias por la visita.

    Pues en el primer punto yo creo que hablamos de lo mismo. Según la Real Academia Española:
    Rencor: m. Resentimiento arraigado y tenaz.
    Resentir: Tener sentimiento, pesar o enojo por algo. Sentir dolor o molestia en alguna parte del cuerpo, a causa de alguna enfermedad o dolencia pasada.

    Sea rencor, resentimiento o dolor, estamos hablando de lo mismo. Mi definición personal de rencor o resentimiento es: volver a sentir dolor (re-sentir) por una situación pasada.

    Entonces perdonar significa que puedo acordarme de lo que pasó sin que me duela otra vez, sin re-sentimiento. Y es ahí donde el perdón me libera. Y el perdón es para mí, no para el que me ofendió. Por eso creo que uno no debe pedir diculpas o pedir perdón cuando ofende a alguien, porque el perdón no se pide, el perdón se da. Pedir una disculpa implica ex-culparme de mi responsabilidad. Tal vez lo correcto es decir: lo siento y ya está en manos de quien ofendí si decide o no perdonarme. El perdón no es para el que ofende, el perdón es un bálsamo para curar tus propias heridas del alma.

    En cuanto al segundo punto, ahí sí estoy en desacuerdo. Yo no creo que el dolor te haga retroceder. Al contrario, yo creo que el dolor aunque en un inicio te puede hundir, después de tocar fondo te impulsa a resurgir fortalecido. Se aprende más de los fracasos que de los aciertos. La vida es como un espiral ascendente y de cada vivencia aprendemos algo y crecemos. Si alguien me ofende profundamente y logro perdonarlo, me libero del rencor, pero eso no implica que tengo que mantener una relación con esa persona o hacer como que no pasó nada. Aprendo del dolor y sigo adelante tratando de no volver a tropezar con la misma piedra. Y para eso quedan las cicatrices del alma, para recordarnos que sufrimos una herida, que aunque ya no duele, dejó una huella.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Ceci:

    Yo también creo que de las heridas se debe aprender y darle para adelante. Hacia atrás ni para tomar impulso. Pero también pienso que son justamente esas pequeñas heridas y cicatrices las que, de repetirse, crean un daño mucho más profundo que un simple y certero espadazo. En lo personal me dan miedo los perdones continuos. Quizá –y es importante hacer énfasis en el “quizá”- prefiero un golpe fuerte que cimbre a muchos pequeños que maten.

    Un abrazo inmenso y muy certero ;)

    ResponderEliminar
  7. Pero en ocasiones las heridas son tan profundas que tardan siglos en sanar, entonces uno se torna furiosa, siempre a la defensiva, preparada para contrarrestar cualquier golpe.
    Perdonar es recordar sin dolor, estoy de acuerdo, pero definitivamente no se puede, es más, no se debe olvidar.

    ResponderEliminar

Agradezco las aportaciones del exterior para enriquecer mi Mundo Interno: