21 de marzo de 2010

La arritmia del corazón





“No llamemos odio a la arritmia de lo cardio, todo tiene su timbre, todo tiene su nombre”. – Miguel Bosé 
Amor y odio, odio y amor; ambos sentimientos intensos, dos caras de la misma moneda, que hacen palpitar fuertemente al corazón. Lo contrario es la indiferencia, ese estado de total desinterés cuando ya no se siente nada, cuando el corazón simplemente deja de latir por ti.

9 comentarios:

  1. ¡Siente! No hay dilema.
    Preferible arrepentirte de haber sentido, a vivir en un estado de insensibilidad.

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  2. ¡Hola Palomilla! Gracias por venir a revolotear por aquí y alimentar mi mundo interno.

    Sí, estoy de acuerdo contigo. El texto nació de una conversasión que tuve, donde argumentábamos si el odio era lo opuesto al amor. Para mí, lo opuesto al amor es la indiferencia.

    En lo particular me lastima mucho sentirme invisible, como dice la canción de Jesse & Joy: "Soy como la nada, no necesito desaparecer, siento que me matas, porque me miras y no me quieres ver".

    Yo soy muy apasionada y fluctúo entre el amor y el odio, y una gran gama de emociones, pero rara vez soy indiferente.

    La indifernecia es igual al desamor, ese "no sentir". Y una vida sin sentir, no vale la pena ser vivida.

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  3. p.d. Creo que erré en el título, así que decidí cambiarlo :P Saludos...

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  4. "Solo le pido a Dios
    Que la guerra no me sea indiferente
    Es un monstro grande y pisa fuerte
    Toda la pobre inocencia de la gente
    Es un monstro grande y pisa fuerte
    Toda la pobre inocencia de la gente"

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  5. Hola, te dejo comentarios y no aparecen publicados. Que extraño.. en todo caso, saludos

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  6. Agua-luna:
    Me leiste la mente, precisamente esa canción ha estado retumbando en mi mente el día de hoy, ante los acontecimientos que vivimos en México. Es precisamente esa indiferencia la raiz de todos nuestros males.
    Los que hemos callado, los que le hemos apagado a las noticias porque es mejor no saber, los que no hemos hecho lo suficiente, los que hemos sido meros espectadores, esperando a ver qué sucede, observando qué hacen (o no hacen) nuestros gobernantes allá arriba del "escenario", a veces quejándonos, pero sin hacer nada para cambiar las cosas.

    ¿Qué clase de ciudadanos somos? No cabe duda como pueblo tenemos el gobierno que merecemos. Es hora de despertar, es hora de proponer y de actuar. Recuperar la paz es tarea de todos.

    Y para esto hay que sentir, dejar que palpite el corazón lleno de indignación, de consternación por las víctimas inocentes, por el terror de salir a la calle. Y después transformar ese sentir en acción.

    En conclusión, "sólo le pido a Dios que no seamos INDIFERENTES".

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  7. ¡Hola Jaud! Gracias por la visita. ¡Qué extraño! no había recibido ningún comentario hasta hoy. Lástima que se hayan perdido tus palabras en el ciberespacio, pero me emociona saber que le has regalado unos minutos de tu tiempo a mi mundo interno. Saludos.

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  8. "Cuando el corazón deja de latir por ti".

    Sí, estoy de acuerdo en que la indiferencia es lo contrario del amor, no el odio. El odio es un sentimiento tan fuerte que rivaliza con el amor, pero no lo sustituye.

    Es la indiferencia, ese no importar, lo que lastima al amor. Su justo opuesto.

    Un abrazo ;)

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  9. También cantaba Julio Jaramillo algo referente al Odio como semejante al Amor. Él decía: "el odio hiere menos que el olvido" y creo que tiene mucha razón.

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