¿Qué pasa por mi mente? Sin mayores pretensiones, externo los pensamientos que habitan en mi mundo interior. Publico mi diálogo interno tratando de tangibilizar mis ideas, que parecen irreales hasta que las comparto o las pongo por escrito.
23 de febrero de 2010
Las Huellas del Tiempo
Me miro en el espejo y veo reflejadas las huellas del tiempo en mi rostro. No me incomodan, cada una es el vivo recuerdo de algún acontecimiento en mi vida. Las líneas de la felicidad enmarcan mi boca y las de la tristeza rodean mis ojos; en mi frente advierto las sorpresas y el miedo confrontado; en mi entrecejo observo rastros de la preocupación y del enojo. Las acepto como señales inequívocas de que he sentido y he vivido, son vestigios de mi propia existencia.
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Esos relojes de Dalí, tan escurridos, tan blandos, tan contrastantes.
ResponderEliminarTal vez por que el tiempo se escurre fácilmente y sin remedio.
Es una forma interesante de ver el paso del tiempo, pero a mi no me gustan sus huellas. Sólo veo lo inexorable que es el tiempo. Y la prueba de que es una perdida jamas recuperada.
ResponderEliminarAún así se necesita mucho trabajo interno para expresarlo como tú lo haces.
Saludos.
Palomilla, Cuatroletras, gracias por dedicar un momento a leerme. Agradezco sus comentarios.
ResponderEliminarEugenio Del Hoyo Briones comentó en Facebook:
"Elimina los rastros en tu entrecejo. No te preocupes: Ocupate; no te enojes: Ama."
Yo respondo:
Estoy completamente de acuerdo en lo que respecta a la preocupación, aunque me costó más de 30 años llegar a comprenderlo. En cuanto al enojo, yo creo que todas las emociones tienen su razón de existir; bien canalizado, el enojo puede ser el impulso para cambiar las cosas. Lo difícil es discernir entre las cosas que puedo cambiar y las circunstancias que debo aprender a aceptar tal como son, ahí sí no vale la pena enojarse.
Me quede reflexionando acerca de la línea del entrecejo y espero que no desaparezca, porque también se la debo a los momentos de concentración y reflexión, los cuales pido a Dios no perder nunca. Ojalá conserve algo de lucidez en mi pensamiento, mientras tenga vida.
ResponderEliminarSi quitamos rastros de preocupación y enojo, y las huellas son de concentración y reflexión. ¡Bienvenidas dichas marcas!, Además habría que llevarlas con orgullo y satisfacción.
ResponderEliminarFelicidades!!!
Tio E